miércoles, noviembre 28, 2007

Me voy a Madrid

Esta tarde vuelo hacia Madrid. Dejo la Fortaleza. A partir de mañana empiezo una nueva vida. Va a ser muy complicado, pero tengo ilusión y muchas ganas de luchar por seguir para adelante.

Voy a apagar el ordenador y a guardarlo para llevarmelo. Intentaré seguir escribiendo desde Madrid. Esto no va a ser un adiós sino un hasta luego.

Nos vemos

martes, noviembre 27, 2007

Uno

Hoy es mi mi último día en la Fortaleza. Ayer cesé.Tengo un mes para incorporarme en mi nuevo trabajo e instalarme en Madrid.

Hoy es la dichosa comida de despedida oficial de los compañeros de trabajo. No me apetece demasiado ir. Pero es el ritual.

Sigo embalando cajas a toda prisa. Ya tengo cinco. Mañana las mandaré todas por correo.


viernes, noviembre 23, 2007

Cinco

Estoy solo. Porque quiero, pero estoy solo.

Normalmente los viernes es el único día de la semana que salgo. Cuando terminamos el trabajo nos vamos a tomar unas cañas y después unas copas y así hasta que el cuerpo aguante. El viernes es el día de la liberación, el momento en el que suelto con mis amigos todo el estrés acumulado durante la semana.

El lunes dejo de trabajar en la Fortaleza. Teóricamente podría ir a las ocho y media de la mañana, que es cuando abren la Gerencia y firmar el cese. Sin embargo soy una persona, en ocasiones, demasiado responsable. Estoy en uno de los peores destinos de la Fortaleza. Aparte de por el volumen de trabajo, porque la mayoría de mis compañeros pasan bastante del tema y decidí tirar del carro para adelante. Muy pocos saben todo lo que he currado, yendo a trabajar, sobre todo al principio, por las tardes e incluso algún que otro sábado para intentar poner un poco al día todo el asunto. Ahora más o menos funciona. Tiene un ligero retraso asumible en ciertos temas, pero por lo demás todo va relativamente bien. Hasta que vino el de Graná, era el único que había aprobado una oposición y el único que me lo tomaba en serio. En mi trabajo no tengo poder, si no autoridad moral. Mis jefes han delegado un montón de funciones en mí y casi todo gira a mi alrededor.

Se señaló una inspección para el jueves que viene y ya os dije que la cambiaron para este lunes, para que así estuviéramos todos. No me preocupa la inspección en sí. Va a ser la cuarta ya, que he pasado. Tengo que preparar un pequeño alarde con los expedientes de este año y dejarles ver a los inspectores los que me pidan.

Estos últimos días he intentado dejar lo mejor posible las cosas y no he preparado el alarde. Mañana, sábado, voy a ir a prepararlo, para que cuando el lunes llegue la inspección esté todo en orden. No tengo porque ir ni porque prepararlo, ya que si quisiera podría cesar antes de que los inspectores llegaran. Pero moralmente me siento incapaz de dejar a mis compañeros con el culo al aire.

Esta mañana después de trabajar, hemos ido al hotel a tomar unas cañas y ahí he cortado el asunto. Zeno Cosini quería continuar.
- Oren, hoy es el último viernes- me insinuó
- No, tío, mañana tengo que currar.

Cuando he llegado a casa he intentado dormir la siesta, pero como me está pasando varias veces estos últimos días, no paro de dar vueltas a las cosas y no consigo conciliar el sueño. Me ha llamado el madurito interesante y le he dicho que estaba en casa y que no iba a salir hoy porque mañana tenía que ir a trabajar.

- No pasa nada, tío, lo mismo aparezco yo mañana por ahí a que me vea mi jefa.

Después me he puesto a llorar.

Zeno Cosini y el madurito interesante son mis mejores amigos en la Fortaleza. Me apetecía mucho irme con ellos de fiesta, exprimir la noche hasta que no quedaran vasos limpios. Emborracharme lo suficiente para sentirme capaz de decirles que son unos hijos de puta, que los quiero un montón y que conocerlos ha sido lo mejor que me ha pasado en la Fortaleza. Todo éso que les he prohibido decir que me digan para que no se me caiga la lágrima como se me está cayendo ahora mismo, porque soy un hombre del Norte con dos cojones.

Pero estoy solo. Estoy solo porque quiero y porque soy un puto gilipollas.

El martes que viene tengo la comida oficial de despedida. Creo que hay mesa reservada para veinticuatro personas. De los nueve que somos en la oficina, sólo vamos cuatro. Aparte de mí y el de Graná, que somos los homenajeados, van curiosamente las dos chicas con las que menos trato tengo. Los demás, a los que voy a tapar el culo, estando en la inspección del lunes, me han puesto excusas absurdas. Les he dicho que no pasa nada y que no me importa. El resto son mis dos jefes, compañeros de la torre donde trabajo y alguna que otra abogada.

Me harán un regalo, me halagarán y me pedirán unas palabras. Por mí sólo diría tres parafraseando a un gran cómico: ¡A la mierda!

Me podían haber hecho el mejor regalo del mundo, dejando las cosas como estaban en un principio, con la inspección el jueves y permitiéndome que disfrutara de mi último fin de semana en la Fortaleza a gusto.

Cuando me vaya de la Fortaleza borraré todos los teléfonos del móvil de la gente que se queda para dejar memoria libre menos los de seis personas, las seis que han aprobado la oposición fuera y que no recibieron el miércoles pasado un regalo de despedida y cerraré los ojos imaginando el lamento de una banda de tambores y cornetas del Rif.

jueves, noviembre 22, 2007

Seis

Ayer no escribí nada. Estaba de despedida con mis amigos, con quien considero mi gente, la única que de verdad me importa en la Fortaleza. El martes que viene tengo la despedida oficial, con los compañeros del trabajo y la verdad es que no me apetece demasiado. Me considero una persona discreta, que quiere pasar desapercibida y no quiero ser el centro de atención durante un día y mucho menos dar un discursito cargado de tópicos. Todo lo que tenía que decir ya se lo he dicho a quien se lo tenía que decir.

Esta mañana he tenido mucho jaleo en el trabajo. Me quedan muy pocos días y para colmo el mismo día de mi cese tenemos una inspección. Me jode mucho. No porque tenga nada que ocultar, sino porque la inspección era para otro día, pero mis jefes, pensaron, mejor la adelantamos para que así estemos "todos", cuando en realidad querían decir, para que así esté yo.

Hoy es el cumpleaños de mi primo. Nos hemos criado juntos desde pequeños, aunque ahora él está en Irlanda y yo en el Norte de Africa, pero me gustaría aprovechar la ocasión para felicirtarle de nuevo. Me ha mandado un sms y un mail contándome sus historias y me ha hecho mucha ilusión.

Ejque (ya veis, practico el acento madrileño) estoy muy sensible estos días. No puede ser.

martes, noviembre 20, 2007

Ocho

Al final el comprador de mi piso me ha dicho que sí. Ya ha iniciado los trámites con el banco. Algunos de mis compañeros me preguntan de que si estoy seguro de vender mi casa, en lugar de alquilarla. Me temo que a espaldas mías existe una porra underground para ver quien adivina cuanto tardo en volver a la Fortaleza. Vender la casa es como quemar los barcos.

Esta mañana hemos tenido simulacro de incendio en el trabajo. Yo estaba con el madurito interesante ya en la calle, fumando un cigarro cuando de pronto vemos salir a todo el mundo. Yo quería entrar, no tanto porque me había dejado el ordenador encendido, sino porque me había olvidado dentro el ipod. El guardia jurado no ha tenido compasión conmigo y he tenido que esperar a que terminara todo. De verdad, qué poco corazón tienen algunos.

lunes, noviembre 19, 2007

Nueve

Esta mañana he hablado con el posible comprador de mi casa. Me ha asegurado que esta tarde me llamaba y me confirmaba definitivamente si se iba a quedar o no con ella. Si no me llama, quedaré mañana con una chica que me pidió que se la alquilara.

Hoy ha sido el último día de uno de mis compañeros de trabajo. Nos hemos quedado un buen rato más de lo habitual para terminar unas cuantas cosillas. Quería irse con la sensación de que no había dejado nada pendiente. A mí me gustaría tener la misma sensación, pero es bastante complicado. Me siento un poco agobiado por el trabajo. Lo peor de todo es que mucha gente sabe que ceso el lunes que viene y me están metiendo un poco de prisa para que termine sus asuntos. Desde luego que intentaré hacer lo que pueda.

Un amigo ha estado en mi casa y me ha comentado que estoy cargando mucho las cajas y que se pueden desfondar. Seguramente tenga que pedir alguna más de las que tenía pensada.

domingo, noviembre 18, 2007

Comienza la cuenta atrás....Diez

El viernes salieron en la web del ministerio las listas definitivas de mi concurso de traslado. El jueves que viene se publicarán en el boe, indicándome que tengo que cesar de mi puesto de trabajo el lunes veintiseis. A partir de ese día tengo un mes para tomar posesión en mi nuevo destino de Madrid.

Pero la cuenta atrás ya ha comenzado. Tengo un billete sólo de ida para el día veintiocho de noviembre. Se puede decir que, sin contar hoy, únicamente me quedan diez días en la Fortaleza. Intentaré escribir un poco todos los días, a modo de terapia.

Aún no tengo todos los flecos atados. He sido un poco perezoso (e insoportable con Hayati) estos días, porque no quería pensar en el tema, como si de este modo dejara de existir el problema. Es bastante complicada una mudanza cuando vives allende los mares, pero lo es aún más cuando te gustaría desdoblarte y que una parte de tí empezara una nueva vida en Madrid y la otra parte se quedara para siempre en la Fortaleza, no tanto por la ciudad en sí, como por todo lo que dejo aquí.

Hayati me ha encontrado un piso de alquiler en Madrid. Sólo he visto unas fotos por internet, pero confío en ella. Ya hemos hablado con el casero y le he envidado por fax todo lo que me ha pedido. El día veintinueve o el treinta firmaremos el contrato, nos entregará las llaves, le pagaré el mes de diciembre y la fianza, dejándome la economía tan vacía como las arcas de un país africano.

Tengo medio apalabrada la venta de mi casa, aunque no resuelta del todo y también una oferta de alquiler de mi casa. No sé todavía lo que haré con ella. Seguramente vuelva a la Fortaleza el mes que viene para terminar de resolver el asunto.

Estoy empaquetando en dos cajas de pañales mis cosas que mandaré por correo a casa de mis padres. Creo que es significativo que lo primero que he guardado sean los libros y los CDs. Necesito más cajas, al menos dos o tres más, aunque soy consciente de que no me lo puedo llevar todo, ya que ninguno de mis amigos cabe en una caja, bueno, aunque bien dobladitos no sé, no sé.

Voy a tener dos comidas de despedida. Una con los compañeros de trabajo, a la que va a ir mucha gente, bastante más de la que yo creía, aunque para mí es un mero trámite. La que de verdad me importa es la que celebraré con mi gente, en la que al impertubable Oren seguramente se le caerá una lágrima. El muy cabrón en el fondo es un sentimental.

jueves, noviembre 15, 2007

Mesecina (Brillo de luna al mediodía)

Mañana es mi cumpleaños. Me encenderé un cigarrillo con una cerilla y cuando la apague con un soplido pediré un deseo:

Que la luna brille al mediodía como en una película de Emir Kusturica.