jueves, enero 17, 2008

El metro

Desde hace aproximadamente un mes, pasó unas dos horas al día en el metro. Ayer reconocieron mis derechos, ayer me nacionalizaron, ayer me dieron el carné de madrileño, ayer, por fín, tuve en mi mano el abono de transporte.

Ahora puedo moverme sin problemas por todas las estaciones y elegir rutas aleatorias combinando los números y los colores de las líneas, traduciendo así una cábala imaginaria. Puedo ya pasar más de las dos horas que hasta ahora me correspondían. Ummmm pasar días, semanas, meses, años, una vida entera, docenas de reencarnaciones en los vagones y los pasillos del metro, subiendo y bajando escaleras mecánicas por la izquierda, siempre con prisa, persiguiendo a un conejito blanco. De momento solamente necesito una mochila donde guardar un poco de ropa para cambiarme, unos cuantos libros, un ipod con su cargador, una botella de agua y algo de comida basura para picar. ¿Quién me la regala?


2 comentarios:

istharb dijo...

jomio si que te ha hecho ilusión el abono trasportes!!!!!!! Pues si, es lo que tiene, si tienes para pagar el metro, no hay na pa comer!!!

Un beso guapote

Anónimo dijo...

Pues es cierto que hay gente q es feliz con poco. me alegra que el abono te haya hecho tanta ilusión. Pero yo no me quedaría mucho en el metro, pq seguro que aún el olor es extraños después de tanta huelga. Además, siempre hace falta respirar algo de aire, aunque el de Madrid no sea el más puro.
Saludos desde el Inframundo.